La música y el fútbol, dos culturas, casi dos formas de ver la vida. El fútbol, te guste o no, forma parte de nuestro día a día, es el deporte rey y el que se ha fusionado con más formas de cultura, como puede ser el cine, la literatura, y la música misma. Y no, no voy a hablar de los himnos de los Mundiales, esos singles panchangeros que al final acaban como canción del verano, aprovechando el auge de los chiringuitos (no he podido evitar acordarme del infame La Copa de la Vida de Ricky Martin o el lacerante Waka Waka de la reciente culé Shakira), sino de la problemática a veces trae el enfrentamiento de estas dos culturas, en el ejemplo de lo que pasará el próximo 28 de Mayo. Y es que se juntan dos de los momentos del año más importantes para los futboleros y fans de la música en general: el Primavera Sound y la final de Champions en Wembley que enfrenta al F.C. Barcelona y al Manchester United.
La que están liando Messi & Co para los organizadores del PS |
Es una situación complicada para los que han pagado los 150€ de abono que implica estar en el recinto desde que empieza el barambán hasta que los echen para aprovecharlo todo. Entre los indies que asistirán al festival, habrá muchísima gente que querrá ver el partido, que se celebra a las 20:45 del sábado, día de clausura del festival y haciendo cálculos, sobre la hora del partido coincidirían platos fuertes como Pj Harvey, Mogwai, Fleet Foxes o Animal Collective, ahí es nada. Es un problema a todos los niveles, ya no tan solo para los fans, sino para la organización, que de enfrenta a un rompecabezas logístico de tres pares de narices, ya que muchos grupos no quieren tocar a esa hora para no coincidir con el partido, o porque son muy futboleros (caso de los escoceses Mogwai) o porque, como es lógico, no quieren tocar ante cuatro gatos previendo un éxodo masivo a ver el partido mientras se da el concierto, por lo que estos grupos harán uso de la cláusula de sus contratos en la que se estipula que pueden elegir horario. Esto supone otro problema más, ya que para los que no les interese el fútbol tampoco es justo que se queden sin un concierto al que ver durante aproximadamente dos horas. Los foros del festival son un hervidero y se consolidan dos posturas:
Por un lado, tenemos a los modernos-puristas-anti-fútbol, que opinan que cómo es posible que un festival musical se tenga que ver interrumpido o afectado por el fútbol, deporte al que achacan todos los males de la sociedad. Rechazan cualquier opción que implique convertir el festival en una concentración de hooligans. Al otro lado del ring tenemos a los modernos-aperturistas-pro-fútbol, a los que les supone un verdadero dilema moral tener que elegir entre el festival y el fútbol. En estos momentos están rezándole a todos los dioses para que la directiva del festival decida poner una pantalla gigante en algún lado del recinto para no tener que salir a las 20:30 a buscar un bar por las inmediaciones del Fórum, zona bastante pobre en cuanto a bares independientes más allá de los que hay concentrados en Diagonal Mar, la mayoría de ellos sin televisión. En esta última categoría podemos destacar a dos escisiones: los culés autóctonos, y los hooligans del ManU. Teniendo en cuenta que muchísima gente viene de fuera de propio para ver el festival, la mayoría de las islas, es más que probable que haya una gran horda de hooligans con abono al festival que prometerán hacer de la existencia de los modernos puristas un infierno.
Luego está la postura de la organización, que se ve con un problemón de dimensiones titánicas. Dejando aparte el tema de los horarios de los conciertos que coinciden con el partido, y que harán que los grupos grandes SEGURO no se solapen con el partido, tienen que vérselas con el tema de a quién ponen a tocar mientras, para los modernos puristas que se queden por ahí orgullosos de resistir al canto de sirena del fútbol. Por no hablar del dilema existencial máximo: pantalla gigante, ¿sí o no?. Ya que los grupos grandes no se solaparán con el partido, las pantallas de los escenarios San Miguel o Ray Ban estarán libres, por lo que sería una buena opción para concentrar a la gente en un solo lugar y que no molesten a los que sí quieran ver conciertos. Lo malo es que el San Miguel está en un emplazamiento que formaría un verdadero tapón y el Ray Ban se solaparía en sonido con otros...Por no hablar del conflicto sponsors, ya que la Champions la tiene Heineken y el festival es de San Miguel. Y además está la UEFA que pide compensación económica hasta para pronunciar su nombre en público. Recordemos que ya se intentó en 2009 pero la UEFA pedía una barbaridad de dinero. En fin, son muchas cosas.
No se sabe como acabará este embolao pero lo que sí es seguro es que habrá buena música para los que quieran quedarse, y los futboleros tendrán que esperar a ver si sus plegarias tienen respuesta o si tendrán que reservar en el "Bar Manolo" de la esquina y mentalizarse para el éxodo desde el Forum al infinito. Sea como sea, esperemos que todo acabe bien para todos, que el Barça celebre la cuarta, y los demás disfruten de conciertos memorables. Hay una plataforma en Facebook en la que piden que se haya una réplica de la fuente de Canaletes para celebrar dentro del Fórum si se consigue el ansiado trofeo. Me parece a mí que eso ya sería demasiado hasta para Gabi Ruiz, uno de los directores del festival, que dijo esto en los foros del PS:
“Respecto al tema de la retransmisión o no del partido, tengo serias dudas acerca de lo que hacer. Por una parte, me parece que puede ser un tanto extraño retransmitir un partido de fútbol en el PS, pero por otra ya hay muchas bandas diciéndonos que no quieren tocar a esa hora y por lo tanto algunos escenarios van a tener que parar a la fuerza, y si vamos a parar ¿porqué no dar el partido allí dentro? Tampoco tengo pensado el qué hacer yo. ¿Me quedo en el Fórum? ¿Me voy a Londres? Qué mierda, tanto Villarato de nuestro lado y nos ponen la final en medio del PS. ¡Platini, toma nota y corrígelo para el futuro!”
Pues eso, ¡que ya van dos veces! Y para acabar, dejo una canción que para mí es fútbol. Una de las canciones que se decía que escuchaban en el vestuario los de la Roja en el pasado Mundial. Kasabian y su Club Foot, imprescindible.
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